Bueno no sabemos si todos pensaran lo mismo, pero al menos vamos a tratar de entender en que piensa el ingeniero agrónomo Bernardo Rosenthal, que además de ser asesor comercial en una empresa de insumos para al campo, es el presidente de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín (AIAJ) que nuclea a más de 200 agrónomos de Junín y la zona.

Frases destacadas de la entrevista con Bernardo Rosenthal…

“La modificación del medio ambiente surge hace unos 12.000 años atrás, o sea, cuando el hombre dejó de cazar y pescar para producir su propio alimento. Ahí surgió la agricultura. Dejar de utilizar fitosanitarios sería retroceder, o sea, el no usar este tipo de tecnologías sería retroceder y sacar la eficiencia a un sistema en el cual necesitamos que sea cada vez más eficiente para no generar ineficiencias como desperdicios o cosas que no nos convendría del punto de vista de la Humanidad”.

“Ser ingeniero agrónomo es emprender una carrera hermosa que te abre puertas en la investigación, por ejemplo del Conicet, y desde ya la posibilidad de estar metido adentro del campo. La agronomía abarca un montón de ramas y de disciplinas que uno ni imagina”.

“Hoy existen sensores en los cuales un fumigador tiene la capacidad de leer una determinada maleza en milésimas de segundo. Reconocerla y aplicarle el producto a ese punto específico donde creció la maleza al lado del cultivo y no confundirse ni con el cultivo ni con otra maleza. Hay otra tecnología muy innovadora, que está en auge, en este momento que es la utilización de drones con inteligencia artificia que van resolviendo problemáticas en el momento.

“El productor agropecuario argentino a nivel mundial es reconocido por la adopción de tecnología, por la capacidad de implementación de nuevas tecnologías. Es admirado en el mundo porque no pueden creer cómo produce de la forma en que produce, la eficiencia que tiene sin contar con ningún tipo de subsidio, como pasa en economías de otros países”.

“El ida y vuelta entre productor y consumidor es fundamental. Las exigencias del consumidor, el que consume el alimento, apuntan a que esté tipificado, qué contenga la Denominación de Origen y trazabilidad. Toda es información abarca desde el día en que se sembró hasta el día que llegó a la góndola. El consumidor tiene la posibilidad de elección que no es poca cosa”.

“El ingeniero agrónomo, como le pasa a un médico, receta un determinado producto con una determinada dosis y muchas veces es el que controla que eso se lleve a cabo en un campo. Entonces en ese sentido la unión productor e ingeniero agrónomo es fundamental para que la Sociedad se quede aún más tranquila de que un profesional está verificando, aparte de la conciencia que debe tener el productor”.

Rosenthal es el presidente de la AIAJ, la entidad que nuclea unos 200 ingenieros en Junín.
Estamos Rodeados de campos, de productos fitosanitarios, de estigmatizaciones, de prejuicios, de mitos y de una grieta que nos lleva a la extraña realidad de que aun viviendo en ciudades como Junín, donde los cultivos nos rodean a pocos metros la mayoría no tiene ni la más pálida idea de que es lo que corno pasa en esas tierras.